lunes, 10 de diciembre de 2018

10 Tips para romperla en el escenario



Todos hemos visto alguna vez artistas que se transforman cuando están sobre el escenario. Artistas que transmiten un mensaje muy claro y contundente. Porque además de ser músicos excepcionales, saben dominar el escenario, saben interactuar con el público y no dejan un sólo detalle al azar, es más, cada detalle desde la vestimenta hasta la expresión corporal está en sintonía con la música. De más está decir que es necesario sonar bien y tocar como un profesional porque es el pilar fundamental de tu show.

Pensá en los shows de los grandes artistas internacionales, deberían ser tu modelo de guía. No por nada el público paga miles de pesos por una entrada, hay algo especial en esos shows. El público espera sorprenderse, van en busca de ese momento de excitación, y para lograrlo, te recomendamos tener en cuenta estos consejos.

1- Tené confianza en vos

Esto es lo primero. Si no te la creés ni vos, no vas a poder convencer a nadie. Los grandes artistas son imanes de atención arriba del escenario, y eso lo consiguen en gran parte porque tienen confianza en sí mismos. La confianza te permite tomar riesgos y eso es muy importante a la hora de sorprender a tu público. Estar seguro de lo que uno hace arriba del escenario genera gozo y felicidad que luego es recibida por el público. Esto no pasará desapercibido y el show será memorable.

2-  Vestimenta adecuada

Pensá en la vestimenta como si fuera una extensión de tu música. Por ejemplo, si tu música es alegre, usar ropas de colores vivos y llamativos podría ser la mejor opción. Fijate cuáles son las tendencias al respecto entre tus colegas y artistas de tu género. Es mucho más fácil para la audiencia identificarse con tu estilo cuando reconoce patrones comunes en la estética de los artistas. Para conocer más al respecto, podrías leer “Cómo definir una estética para tu proyecto musical”.

3- Todos los shows son importantes

No importa si el escenario es tan chico que no entra ni siquiera toda la banda, no importa si no hay ni la mitad del público que esperabas, no importa si la gente no te escucha, tenés que dar lo mejor, siempre.
Todo esto no significa que debas tocar en todos lados, para cualquier público y a cualquier precio. Eso sería poco profesional. Nadie te garantiza que todo vaya a salir según lo planeado pero sí es necesario, al menos, planear. Acá hay algunas sugerencias al respecto: “Cuándo no tocar en un show”.

4- Cuidá tus palabras

Lo que decís tiene que estar en sintonía con tu música. El mensaje debe ser uno solo para lograr consistencia y credibilidad, sólo así se consiguen los fans. No es obligatorio tener que decir algo siempre entre tema y tema, hay artistas cuyo fuerte es justamente el silencio. No hay recetas, probá hasta que el público te confirme si sos un buen contador de chistes o si mejor deberías guardar silencio.
Nunca te olvides de algún comentario de agradecimiento para el bar o los organizadores del evento que te hayan invitado.

5- Nunca te pierdas una prueba de sonido

Esos momentos son sagrados. Muchas veces se hace imposible probar sonido en el escenario, pero por lo menos estaría bueno que lo sepas con días de anticipación porque eso te permite prepararte mejor. Esto es especialmente cierto en festivales donde pasan muchas bandas por un mismo escenario y la posibilidad de tocar cómodo es casi nula. Entonces, es ahí donde tenés que recordar que lo único que va a salvar tu show es el punto número 3.
Tener en claro a quién pertenece el backline que usas y qué hacer en caso de que no esté disponible en tu turno. Las herramientas de trabajo son fundamentales, no dejes esto para el final.

6- Conectate con tus compañeros

Siempre que sea posible, las charlas sobre el escenario o una mirada cómplice puede ser suficiente para poner las cosas en su lugar. Para esto sirven los ensayos también, para conectar como lo hacen los grandes equipos. Un show en donde cada uno toca su parte pero no tiene conexión con sus compañeros, probablemente será un show aburrido. Si bien, no todos tenemos la oportunidad de tener un director de orquesta que funcione como nexo entre todas las partes, habría que establecer jerarquías dentro de la banda para que nadie se pierda y todos funcionen como un solo sistema.
Un buen ejemplo es la banda Rata Blanca, en donde todos reconocen al frontman Barilari, pero en el escenario, quien funciona como líder de los músicos es el guitarrista Walter Giardino.

7- Creá tu personaje

Los dibujantes de tiras cómicas generalmente utilizan pseudónimos. Muchos artistas utilizan nombres artísticos y no es ninguna novedad. Eso ayuda a separar a la persona de carne y hueso del personaje o del mensaje que se quiere dar. El arte es arte y no tiene que corresponder necesariamente con la realidad, por lo tanto, si queremos crear una ilusión, un cambio de nombre o de personalidad podría ser adecuado. Todos nos hemos sorprendido alguna vez con artistas que son extremadamente histriónicos sobre el escenario pero cuando dan entrevistas parecen monjes budistas.
El público quiere sorprenderse, quiere ver algo que lo haga pensar de manera diferente, quiere ilusionarse y emocionarse, por eso, tu actitud sobre el escenario también tiene que ser medida y adaptada a esa ilusión que intentás crear.

8- Mejorá tus expresiones

El público se merece lo mejor de vos, siempre y en cualquier circunstancia. Poner mala cara arriba del escenario porque las cosas no son como te las imaginabas no está bien, es muy poco profesional. El público probablemente no tenga la culpa de tu mal humor.
Los comentarios en secreto arriba del escenario tampoco ayudan, es sospechoso. La gente espera que seas abierto y que compartas tus emociones y comentarios. Por lo tanto, si tenés que dirigirte a un compañero de banda, mejor hacerlo de manera que el público te entienda.

9- Creá un ritual para el camarín

Tener una especie de ritual antes de subir al escenario puede ayudarte a focalizar y a conectar con tus compañeros. Puede ser cualquier cosa, desde una ronda de equipo donde alguien diga algunas palabras, unos minutos en solitario, lo que sea. Con el tiempo, esto puede convertirse en un hábito y realmente mejorar tu experiencia sobre el escenario.

10- Mirá un video y criticate a vos mismo

Además de la opinión de tus compañeros, tus colegas y gente del público, sería bueno que juzgues vos mismo tu desempeño general. Tener un video del show completo, en crudo, sería lo mejor. Si el presupuesto no da para contratar a un camarógrafo y tampoco tenés confianza para pedirle a algún conocido que te grabe todo el show, podrías hablar con el sonidista para ubicar una cámara fija en algún lugar y que te pase una línea con una mezcla del show para que puedas escuchar con buena calidad.


jueves, 1 de noviembre de 2018

¿Qué son las licencias de sincronización musical?


Muchos artistas han visto despegar sus carreras gracias a las licencias de sincronización. Éstas no son otra cosa que un permiso otorgado por el compositor musical a terceros para la utilización de la música con diversos fines.

Música e imágenes están trabajando juntas más que nunca. La mayoría de los videos que vemos en YouTube tienen una gran carga de música, la web está inundada de contenido audiovisual. Y es a esto a lo que llamamos sincronización musical. Por eso, en estos días hacer música para publicidad o para la banda sonora de una serie de Netflix es visto como una oportunidad dorada.


Cómo funciona el sistema de licencias

La sociedad argentina de autores y compositores (SADAIC) es la encargada a nivel nacional de regular la utilización de las obras registradas en el ámbito del cine, la publicidad, la televisión, radio, ringtones, etc. Para más información, en la web de SADAIC, en la sección “Aranceles por derecho de autor”, encontrarás los regímenes vigentes.

Para que alguien pueda utilizar las grabaciones de un músico debe contar con el aval del músico en cuestión y de quien es dueño de las grabaciones mismas. En muchos casos, los derechos de los fonogramas son propiedad de las compañías discográficas. Si el artista es independiente, entonces es el mismo artista quien posee esos derechos. Para más información sobre esto, podrías leer: “Cómo lanzar tu disco en formato físico”.

Existen empresas, agencias, editores, que se dedican a hacer de intermediarios entre quienes necesitan música y quienes la producen. Cada empresa tiene su propia forma de trabajar y ofrece contratos diferentes por lo que hay que hacer un buen trabajo de investigación antes de firmar con alguien. Es importante que el editor tenga un buen catálogo y que tenga los contactos con las empresas que te interesan. Podrías buscar algún buen ejemplo de música sincronizada y comunicarte con sus editores.

La mayoría de los artistas adopta un sistema de licencias no exclusivas, lo que significa que sus obras musicales no estarán atadas a un producto en particular sino que estarán libres para ser vendidas a diferentes compradores. Además, los contratos son únicos para cada caso y pueden tener diferentes limitaciones como por ejemplo el formato, el tiempo de uso permitido y restricciones geográficas.

Si estás pensando en licenciar tu música, lo primero que debes hacer es asegurarte de que los derechos de la autoría y la composición te corresponden. Si todavía no registraste tus obras en SADAIC, podrías leer “Cómo registrar obras en SADAIC”. El siguiente paso es obtener los derechos del fonograma o, en su defecto, revisar el acuerdo con tu compañía discográfica. Uno de los grandes beneficios de firmar un contrato discográfico es que, generalmente, estas empresas pueden ponerte en contacto con gente que pueda estar interesada en tu música para realizar una sincronización.

Debido a que existe una oferta muy grande de música allí afuera, es importante que tomes la iniciativa y salgas a buscar esos acuerdos por tu cuenta. Sería ideal que el medio que escojas esté en sintonía con tu propuesta cultural, por ejemplo: si tocás thrash metal, tal vez no sea la mejor idea buscar que tu música se utilice para publicidad de productos para bebés. Así que revisá tus objetivos, gestioná prudentemente tus derechos y salí a buscar clientes!

lunes, 1 de octubre de 2018

Sacar un disco como los profesionales


Lanzar un disco es una de las cosas más gratificantes en la carrera de todo músico, más aún si es un músico independiente. En este caso, todo se hace a pulmón y eso da una gratificación aún mayor.


Un disco, ya sea en formato físico, digital o ambos, requiere de una planificación meticulosa porque una vez que se grabó y se lanzó, difícilmente se puedan corregir errores que hayas tenido a lo largo del proceso.


Tener en claro cuáles son tus derechos y obligaciones con respecto a la autoría, la venta, la producción y la distribución puede ahorrarte unos cuantos dolores de cabeza. Incluso puedes ganar más dinero del que esperabas. Aquí está la lista con los aspectos básicos que deberías conocer.


Ensayar hasta el cansancio


Por más que parezca obvio, muchos artistas tienden a pensar que si van a grabar tocando todos juntos no será necesario tanto ensayo. Esto es un gran error porque sin duda encontrarán defectos a la ejecución y ya será tarde para volver el tiempo atrás o grabar todo otra vez. Dedicate a aprender tus partes de memoria y no dejes detalles técnicos librados al azar. Es muy frustrante cuando se lleva a cabo un trabajo tan grande como un disco y tener que escuchar tus errores grabados una y otra vez.


Grabá todo


La grabación del disco como tal es la última instancia de un proceso que empieza con la composición de los temas. Éstos son como un edificio que se va construyendo paso a paso, capa por capa. Podés usar tu smartphone para ir registrando cada uno de esos pasos o etapas. En este punto la calidad no es importante, estas grabaciones sirven como referencia y son realmente efectivas cuando son muchas y están bien documentadas con fecha, hora, instrumentos, etc.


Trae a alguien de afuera
El rol de productor musical es fundamental. Tal vez no tengas dinero para contratar a uno pero podrías pedirle a algunos amigos o colegas músicos que vayan a tus ensayos y aporten ideas o sus puntos de vista respecto a los temas que escuchan. Probablemente encuentren detalles que se les pasaron de largo a vos y a tus compañeros de banda.


Cuestiones legales


Cada una de las canciones del álbum deben estar registradas en SADAIC. Ya sean versiones de temas de otro o temas propios, los autores y compositores tienen que figurar y el trámite debe iniciarse lo antes posible para descartar cualquier inconveniente. Si no firmás un contrato discográfico y lanzás tu disco de manera independiente, entonces también serás el productor discográfico y tendrías que registrarte como tal en CAPIF.
Para saber exactamente cómo hacer estos trámites, podés leer “Cómo lanzar tu disco en formato físico”.


Formatos y gráfica


Antes de ingresar a grabar, tenés que definir en qué formatos vas a mostrar tu arte. No es lo mismo masterizar para vinilo que para CD o DVD por eso, no esperes a que te lo pregunten, creá un plan de acción por adelantado y pensá cómo distribuirás tu disco.
La cuestión visual tendrá es importante también y muchas veces va de la mano con la elección del formato de tus grabaciones. Podrías leer “Todo sobre formatos físicos para vender tu álbum”.


Venta y distribución


Una vez terminado el proceso de grabación, seguramente quieras compartir tus canciones con tu círculo íntimo, productores, radios, etc. antes del lanzamiento oficial. En ese caso, una buena herramienta para esto es crear una lista de reproducción privada en Soundcloud. Simplemente subí cada tema a esta plataforma online e indicá que deberán estar disponibles en forma privada.
Cuando decidas hacer público el álbum con todos tus seguidores, podés utilizar plataformas como Cdbabby, Tunecore y otras empresas de las denominadas agregadoras digitales. Para más información podés leer: “Cómo subir tus canciones a Spotify”.
Una vez que tus canciones estén online, sería bueno ofrecerlas en algún catálogo de licencias de sincronización. La sincronización es simplemente la acción de sonorizar obras audiovisuales utilizando música preexistente. Hay empresas como Cdbaby que se dedican a administrar estos catálogos. Para más información podés leer: "¿Qué son las licencias de sincronización musical?"
Si realizaste una gran cantidad de copias de tu disco en formato físico, podrías recurrir a la típica forma de distribución que utilizan las grandes compañías discográficas para llegar al consumidor final. Hay varias empresas en el mercado a nivel nacional que se encargarán de llevar tus discos hasta los anaqueles de las disquerías. Algunos ejemplos en Argentina son Total Circus y LEF.


Publicidad


Las redes sociales son tus mejores aliadas. Subí todo el material que tengas disponible del disco. Fotos y videos que tengas de la etapa de grabación pueden ayudar a que tu público se sienta intrigado y quiera escuchar tu álbum.

Podrías aprovechar diferentes eventos u otros recitales para vender tus discos, no pierdas oportunidad de ofrecer descuentos y  todo tipo de productos además del disco. Podrías leer: “Opciones de merchandising para músicos”.



miércoles, 1 de agosto de 2018

Cuánto cobrar por tocar



Seguramente seas como la mayoría de los artistas y no estés en este rubro por la plata. Sin embargo, el dinero está en todas partes y más temprano que tarde tendrás que tener los aspectos económicos algo aceitados si querés progresar en la industria del entretenimiento. Si tu objetivo con la música es sólo divertirte, entonces esto te puede interesar: “5 Beneficios de tocar gratis”.


Tu trabajo tiene valor. Un valor monetario. Si hay alguien dispuesto a prestar sus oídos para escuchar tu arte, entonces lo que estás haciendo tiene valor. Por eso, sería bueno que aprendas cuál es ese valor. Mientras mayor sea la coincidencia entre lo que la gente crea que valés y lo que estés cobrando, más trabajo tendrás y más gente te escuchará.


Todos sabemos lo difícil que es vivir de la música. Pero también sabemos que es posible. Muchos músicos tienen la suerte de tener un sueldo (si sos uno de ellos, deberías visitar el sitio web del Sindicato Argentino de Músicos) pero el resto de los músicos independientes que ganan dinero con sus shows públicos, no siempre tienen muy en claro cómo o cuánto cobrar por su trabajo. Para empezar, podés ayudarte haciéndote estas preguntas.



¿Qué tipo de shows buscás?


Tenés que saber qué tipo de shows vas a aceptar, es decir si vas a tocar en fiestas privadas, a la gorra en la calle, en shows abiertos al público con venta de entradas o en eventos públicos gratuitos organizados por el Estado. Estas son, básicamente, las cuatro grandes categorías de shows y sería bueno que tengas una estrategia de cobro para cada una de ellas, no te encasilles en una sola de estas opciones
Si vas a tocar en bares, festivales o cualquier otro tipo de evento en donde se vendan entradas, entonces deberías preguntarte si vas a cobrar un porcentaje, si vas a cobrar un precio fijo o una combinación de ambas cosas. Tanto en las fiestas privadas como en los shows gratuitos organizados por el Estado, no ganarás por la venta de entradas sino por haber pactado un precio fijo.



¿Cuáles son tus necesidades?


Para armar un buen presupuesto, tenés que saber exactamente qué cosas necesitarás para el show. Hacé una lista de todos los costos fijos (ensayos, comida, etc.) y los costos variables (cantidad de músicos, impresión de entradas, transporte, merchandising, etc.).
Sumando el costo de los elementos de esta lista obtendrás tu valor de piso, es decir, el valor mínimo que tendrías que cobrar por show para no perder dinero. A esto tendrías que sumarle tu ganancia, lo que pretendés ganar con cada show.
Si llegara a pasar que el precio es muy elevado para quien te contrata, entonces deberías reducir los costos antes de reducir tu ganancia. Si ya lo hiciste y sigue siendo alto, entonces tal vez tus aspiraciones son demasiado optimistas para el mercado en el que trabajás y tengas que buscar en otro lugar.
Encontrar el balance es una ciencia y un arte al mismo tiempo. Tus habilidades como vendedor podrían hacer la diferencia en el momento de pasar un presupuesto.


¿LLevás gente?


Los grandes artistas internacionales son valorados no solo por su música sino por la capacidad de mover gran cantidad de gente. Y eso, tiene un valor.
En muchas ocasiones, un show se realiza con la esperanza de que el público venga convocado por el artista. Vos mejor que nadie sabés realmente cuánta gente llevás, y si creés que ya estás en un punto en donde tenés tanto público que éste genera valor por sí mismo, entonces podrías comenzar a tocar en estos shows y cobrar un porcentaje de la venta de entradas.
Si todavía no podés hacer un cálculo de cuánta gente va a ir a verte, entonces cobrar un porcentaje por la venta de entradas puede ser algo arriesgado (a menos que seas telonero de los Rolling Stones y tengas un buen abogado).
Resumiendo: llevar público tiene mucho valor. Conocé a fondo la cantidad de seguidores que tenés y probá cobrar un extra por ello. No hay una cifra exacta, todo se basa en la oferta y la demanda, es cuestión de prueba y error. Podrías tener en cuenta que, para muchos artistas, el sistema 70-30 (70% del cachet bruto para el artista y 30% para el organizador) suele ser algo aceptable y bastante establecido.


¿Cuánto cobran tus colegas?


Este es un buen punto de partida si uno tiene dudas. Lo mejor sería encontrar a algún artista que toque en tu misma zona, que tenga un estilo musical similar y que tenga una cantidad de seguidores parecida a la tuya. Una vez que lo encuentres, averiguá cuál es su plan de negocios y si está bueno, tomalo como referencia para que se ajuste a tus necesidades y sea coherente con tu propuesta.

¿Tenés algo que te respalde?


Si creés que tu trabajo tiene algún valor y buscás que alguien te lo pague, vas a tener que demostrarlo. Para poder vender tu show, sería ideal que mostraras todo lo que tenés. Fotos, videos, notas en algún medio de prensa, comentarios de tu público, etc. Quien va a pagarte quiere asegurarse de que está pagando el precio correcto y de que no habrá sorpresas.


En definitiva, cobrar por tocar puede ser difícil pero si uno lo intenta con regularidad, cada vez se hace más simple. Esto pasa porque uno va respondiendo a las preguntas anteriores con más y más seguridad hasta que ya le parecen obvias. No hay recetas ni soluciones prefabricadas para todos los artistas. Conseguir financiación es un camino que cada uno debe transitar para poder aprender y progresar.
Para venderte como artista, es necesario tener confianza en vos mismo, conocer al detalle todas las variables involucradas, tener un buen plan de negocios que se ajuste con cada show y compartir el mismo lenguaje que el resto de los jugadores del mercado en el que trabajás.

Si querés conocer más sobre el mercado de la música en argentina, podrías leer este artículo: “¿Cuál es tu lugar en la industria musical? Encontralo”.




martes, 24 de julio de 2018

5 Razones importantes para zapar regularmente con tu banda


El verbo zapar se utiliza en Argentina para describir una situación en la que uno o más músicos comienzan a hacer una improvisación musical desde cero o sobre un tema ya establecido.
Si tenés una banda o sos parte de un proyecto musical te habrás dado cuenta de que zapar es algo que puede alejarte de la rutina de ejercicios o de los objetivos del ensayo (que casi siempre tiene límites horarios que hay que aprovechar). Es común pensar que no hay razones para desviar la atención de los temas que uno tiene que tocar ¿por qué hacerlo si nadie va a estar improvisando sobre el escenario? Aún así, hay algunos beneficios que hacen que zapar sea bastante beneficioso para la banda y para uno mismo.



Zapar crea conexión


Si nunca zapaste con amigos, no creo que entiendas este punto, pero es necesario que lo intentes al menos alguna vez, no te vas a arrepentir. Muchas veces los músicos, sin siquiera hablar, se ponen de acuerdo en tocar en la misma tonalidad, siguiendo un ritmo y respetando el espacio de cada uno a la vez que improvisan sobre algo totalmente nuevo que no saben a dónde los va a llevar. En ese momento, se puede ver (o mejor dicho escuchar) el alma de la música, es decir qué es eso que todos quieren expresar en ese mismo instante con sus instrumentos y la forma en la que lo hacen. Es como estar dialogando con tus amigos pero sin abrir la boca.
En algunos géneros musicales, este tipo de conexión se da sobre el escenario y es totalmente necesaria. Es tan importante que hasta el público espera que todo sea fresco y espontáneo. Es el caso del Jazz, el rap y algunos ritmos folclóricos.


Zapar saca a la luz nuevas ideas


Esta forma de hacer música es utilizada por muchísimos compositores para crear obras. La prefieren porque hay una sensación de libertad y de incertidumbre que puede ser provechosa para liberar el inconsciente y sacar a la luz ritmos y melodías que tal vez no hubieran aparecido por tratar de restringirse utilizando un método más racional, estudiado y meticuloso.
Todo esto no significa que haya genios creativos que hacen música buscando respetar proporciones áureas, haciendo cálculos matemáticos (Bach o Stravinsky) o utilizando otros tipos de cuestiones estéticas.
Durante una zapada con tu banda, dúo o cualquier otro proyecto musical, tal vez te sorprendas de que tus ritmos o melodías pueden inspirar a tus colegas a hacer algo diferente y creativos. Si tenés la posibilidad de hacerlo, grabá cada una de tus zapadas porque seguro que vas a encontrar algo interesante para comenzar con una nueva composición.


Zapar ayuda a enfocarse


Seguramente te ha pasado de estar ensayando los mismos temas una y otra vez hasta el cansancio y pensás que podrías tocarlos hasta en modo automático. Esto puede ser muy desmotivante y ese estado de ánimo puede ser contagioso y afectar al resto del grupo. Un paliativo para esto son las zapadas. Cada vez que te sientas desmotivado en un ensayo, proponé una zapada, aunque sea una de cinco minutos. Vas a ver que después de eso todos van a tocar el siguiente tema de manera mucho más enérgica y hasta surjan nuevas ideas o arreglos.


Zapar te da confianza


Es un error pensar que uno no es lo suficientemente bueno como para zapar. Todos pueden hacerlo porque no se trata de hacer las cosas bien o mal, sino de hacerlas y punto. El análisis de si es bueno o malo, lindo o feo, largo o corto, se deja para otro momento. Zapar, como dijimos, te ayuda a crear conexión con tus compañeros pero también con vos mismo y con tu instrumento. Esto ayuda a construir tu confianza, te sentirás más seguro y, por ende, disfrutarás mucho más. Puede ser desafiante tener que tocar un solo improvisado o cantar algo con significado pero con el tiempo vas a ir perdiendo el miedo y tu espontaneidad se verá reflejada en el escenario.


Zapar es tremendamente divertido


Pasarla bien es una parte muy importante en cualquier proyecto musical. Aunque sea una banda de “trabajo” en donde cada uno se apega a su guión y sigue el plan, no es recomendable tener un ensayo de dos horas, tres veces por semana en donde absolutamente todos los temas son archiconocidos y ya te parecen monótonos. Si esto pasa, se pierde la conexión y se genera aburrimiento y fastidio.

Claro que los ensayos son el medio para conseguir objetivos importantes y no siempre hay que estar jugando, más aún cuando uno quiere progresar y busca la “perfección”. Pero si uno permite que las zapadas sucedan regularmente, todo lo demás se acomoda casi como por arte de magia. Los egos, las diferencias estilísticas, los pifies y las inseguridades, todo eso puede resolverse con tiempo y zapadas regulares.


viernes, 1 de junio de 2018

Tipos de personas que no querés dentro de tu banda



Las bandas son un ecosistema delicado. Como en cualquier otro ambiente en donde hay personas trabajando juntas, las opiniones personales surgen y a veces no hay consensos. Pueden ser momentos difíciles, especialmente si hay grandes sueños y objetivos por delante.
Distinto es cuando uno tiene un proyecto musical únicamente para divertirse tocando con amigos porque las cosas pueden ser más amenas y el fin no sería hacer las cosas de manera perfecta o conseguir dinero sino simplemente divertirse. En este artículo, hablaremos únicamente de aquellos casos en donde uno busca crear un proyecto musical serio con grandes objetivos y con un marcado perfil profesional, así que vale la aclaración. También cabe aclarar que los tipos de persona de los cuales hablamos pueden ser hombres o mujeres.


Músicos con 1000 bandas


Es genial que haya músicos sesionistas (que cobran un precio fijo por su trabajo a los que manejan el proyecto musical) o simplemente artistas que manejan muchas bandas. La profesión de músico requiere de una gran disciplina y es fantástico a la vez que meritorio que haya gente capaz de construir una carrera exitosa alrededor de su instrumento. Sin embargo, cuando estás formando un proyecto musical serio y necesitar sumar instrumentistas, tenés que contar con gente comprometida, no te queda otra opción. Y justamente, esas personas que tocan en 1000 bandas tienen problemas cuando llega la hora de programar la agenda de shows porque tienen que empezar a poner prioridades. Además, estos músicos casi nunca se involucran con las cuestiones creativas del proyecto, es decir que rara vez se sientan a componer o hacer arreglos como el resto de los miembros, simplemente porque no pueden comprometerse hasta ese punto y siempre tienen “la renuncia en la mano” como suele decirse. Entonces, lo que hacen es simplemente tocar lo que se les pide.
Otro aspecto negativo es que los músicos que tocan en muchos proyectos musicales no se encargan de hacer publicidad o siquiera llevar amigos a sus shows. Si buscás un músico que para desarrollar un proyecto a largo plazo, olvidate de los sesionistas o de los músicos con muchas bandas porque sin duda se te hará muy difícil, sobre todo al principio.
A pesar de todo esto, habrá casos especiales en donde el compromiso no es tan importante, como pasa en bandas de muchos años, y tendrás que poner sobre la balanza otras cosas además del compromiso: el talento del instrumentista, los contactos o la experiencia.


El que se desentiende


En los proyectos musicales independientes, cada miembro tiene una función definida y hay otras que no lo están tanto. Por ejemplo, ni bien terminas de tocar en un show ¿Ayudás a tu baterista a desarmar? ¿Vaciás el escenario o tenés a alguien que lo haga por vos? ¿Cargás tus cosas en el flete o te vas a tomar algo primero? o cuando terminan de ensayar ¿Sos el que se va corriendo de la sala de ensayo y no te quedás a charlar?
Es muy importante saber qué responder ante ese tipo de preguntas. Las cosas relativas a las responsabilidades individuales tienen que quedar muy claras, siempre. Porque si no lo están, entonces después no hay derecho a reclamo alguno y es difícil que las relaciones personales puedan prosperar.
Ahora bien, si todo eso fue discutido hasta el hartazgo pero sigue habiendo “renegados” que no cumplen con las responsabilidades que tomaron, entonces no deberían formar parte de ese proyecto.


El diferente


Hay cientos de casos de bandas famosas que terminan separándose por diferencias musicales. Un caso muy conocido es el de Guns N’ Roses en donde Axl Rose quería tocar un tipo de rock sinfónico pero el resto de los miembros de la banda no querían ir por ese camino.
Es verdad que la unión hace a la fuerza y que no todos deben pensar igual porque se pierde la originalidad pero tener a alguien que permanentemente patea para otro lado se hace difícil de sostener. Por eso, evitá traer músicos simplemente porque toquen bien o sean amables, el gusto musical de cada uno también es importante y es fundamental para crear afinidad y armonía dentro del grupo.


El problemático


Evita a ese músico que no sabe contenerse y que siempre termina peleándose en algún bar, tomando de más o drogándose. Si bien muchos relacionan ciertos géneros musicales con los excesos, no está bien que sea una regla porque casi siempre termina mal a menos que seas Keith Richards.
Algunas peleas pueden ser sutiles y hasta imperceptibles pero sin duda van dejando una huella que a la larga se hace insostenible. Por eso, tratá de rodearte de gente buena onda y respetuosa con los demás y consigo mismo.


El competitivo


Especialmente en grandes bandas u orquestas, a veces hay músicos que quieren destacarse del resto a toda costa. Un guitarrista que tiene que poner uno de sus solos en cada canción o un bajista que no para de tirar arreglos, son una pesadilla para todos. Si ya cometiste el error de llamar a una persona demasiado competitiva para tocar, entonces sería bueno que busques formas sutiles para sugerir un cambio de actitud. Será muy importante que el resto de los integrantes esté de acuerdo con vos y vea una necesidad de cambio porque si no, puede parecer que simplemente no te gusta su forma de tocar y tal vez no sea ese tu problema.
Es posible también que la gente competitiva se exija a sí mismo y al resto por igual, entonces puede ser un poco fastidioso tener que soportar a alguien que te corrija constantemente.

Saber encajar en un grupo y hacer el trabajo justo y necesario es algo que sólo los grandes músicos pueden hacer. La colaboración y el espíritu de equipo deben primar en el ambiente de trabajo y cualquier atisbo de ego desmedido debería ser atendido por todos respetuosamente.