sábado, 30 de septiembre de 2017

10 reglas para pegarla con la música





Lo primero que debemos decir es que no existe una fórmula perfecta para el éxito. Sin embargo, todos los artistas que han llegado a tener renombre a nivel nacional, sin excepción llevaron a cabo todos (o casi todos) estos puntos que te mostramos a continuación.

Como en todo lo que uno quiere conseguir en la vida, la pasión, la constancia y el trabajo duro es algo que no puede faltar. Además de todo eso, tené en cuenta estos aspectos:

1. Concentrate en el producto: El público sigue a un artista porque le gusta su música, punto. Si además querés ponerle onda a tu vestimenta, a una buena presencia en las redes o tirar fuegos artificiales en cada show, perfecto! hacelo! Pero no descuides nunca la composición de tus canciones porque son el pilar fundamental de tu carrera. Lo único mejor que hacer un hit es hacer dos hits. Si no, preguntale a Fito Paez o a Andrés Calamaro. Acá podés encontrar algunos consejos: "6 Tips para convertirte en un mejor creador de canciones".

2. Creá una identidad: A tu público le tiene que gustar tu música, pero además, tiene que sentirse identificado con otras cuestiones. Cada artista forma parte de una subcultura y debería ser un representante de la misma. Un buen ejemplo de esto son los artistas que se comprometen con causas políticas, ambientalistas, etc. Por ejemplo, los Punks se caracterizan por estar a favor del anarquismo. Buscá un hilo conductor temático en tu obra y resaltalo. Sé auténtico y creativo.

3. Promocioná tu música tanto online como ofline: mostrar tu arte en todos lados debería ser un proceso continuo e infinito. La promoción no es algo que se haga una vez y que dure para siempre. Podrías leer “Cómo subir tus canciones a Spotify”.

4. Sé parte de tu círculo: andá a ver música en vivo, mucha música, relacionate con tus colegas y sobre todo con los que forman parte de tu misma “subcultura” definida anteriormente. Cada vez que tus amigos entren a grabar en un estudio, pedí permiso para ir a las sesiones, podrías aprender mucho (pero sólo para mirar! no seas una molestia).

5. No subestimes a los más jóvenes: en realidad, deberías hacer todo lo contrario. Los artistas jóvenes pueden ser la promesa de un cambio en la industria. Es bueno que te involucres y que seas parte de ese cambio ¿Quién se hubiera fijado en tres chicos de 22 años que tenían una banda que se llamaba “Los estereotipos” y que luego se convertiría en Soda Stereo?

6. Tené una visión: si estás leyendo esto es porque querés pegarla, y para eso, necesitás tener objetivos claros. Si no los tenés, es como tocar un solo sin saber dónde está la tónica. Analizá este cuadro y sé sincero con vos mismo:


Si ya sabes la respuesta, ya sabés dónde estas parado ahora y eso te sirve para dar los siguientes pasos en la dirección correcta. Podrías leer: "¿Cuál es tu lugar en la industria musical? Encontralo".

7. Hacé de la música tu trabajo principal: Intentá tocar todo lo que puedas para no terminar cayendo en un trabajo regular. Si podés, tocá en bandas de “trabajo” en eventos sociales, podrías dar clases, producir artistas locales, etc. todo eso le sirvió a Coti Sorokin durante años para cumplir su objetivo de ser uno de los cantautores más exitosos de latinoamérica y llegar a componer éxitos como "Color esperanza".

8. Innová: No hagas lo mismo que hace todo el mundo. Una vez que hayas definido el punto 2, comenzá a hacer algo nuevo, único, que sea personal y si es de calidad, mejor. Cuando un género se pone de moda, todo el mundo quiere tocarlo y escucharlo. Ya sea que toqués lo que está de moda o no, lo mejor que podés hacer es darle tu impronta y sobre todo, crear algo nuevo. Las modas son pasajeras, no te engañes a vos mismo, sé original porque la originalidad no se olvida ni pasa de moda. Innová en cuestiones técnicas, instrumentación, letra, puesta en escena, todo está permitido. De esa manera podrás sobresalir. Tratá de no ser “La típica banda de…(algún género musical)” Mientras más te cueste definir tu género, mejor!

9. Rodeate de los mejores: Esto está relacionado con el punto 7. A todos nos gustaría trabajar con amigos, pero a veces, simplemente no se puede, en la música pasa lo mismo. Vas a llegar a un punto en donde vas necesitar tener músicos de calidad al lado tuyo que terminen convirtiéndose en tus amigos con el tiempo.

10. Alejate de quienes no te valoren: Si te dicen que no se puede, si te critican, si te pagan de menos o si no te tienen en cuenta, tratá de que no te afecte y seguí tu camino. Acá es donde la visión de la que hablamos en el punto 6 te va a salvar. Dale para adelante, porque si vos creés en eso, a la larga, podés convencer a todo el mundo de lo mismo.

11. YAPA: sé agradecido con la música y dale el lugar que se merece en tu vida y también, se respetuoso con todo el mundo y no sólo con tus colegas. Nunca vas a arrepentirte de haber hecho las cosas bien.


viernes, 29 de septiembre de 2017

Cómo subir tus canciones a Spotify


Hace ya casi 15 años que la industria musical pasó por su drástica renovación volcándose a lo digital. La venta de formatos físicos dejó atrás su apogeo y el acceso a la música grabada gratuita se hizo universal. Los cambios de paradigmas y las formas de hacer negocios en la industria musical cambiaron muchísimo, como lo demuestra el siguiente gráfico del 2015 realizado por la RIAA (Recording Industry Association of America).


En este contexto de cambios, quienes salieron ganando fueron los pequeños artistas independientes porque ya no es necesario esperar toda una vida para que un cazatalentos de una compañía discográfica multinacional te vea y salve tu carrera. Llegar al público nacional e internacional por tus propios medios nunca fue tan fácil como ahora.

Existen muchas plataformas en el mercado: está Soundcloud, Youtube, Deezer, iTunes, Spotify y muchas otras. Si bien algunas de ellas no generan ingresos para los artistas (y las que lo hacen no son precisamente una mina de oro), pueden ser una gran forma de publicidad que, de paso, puede generar algo de dinero. Si querés tener ingresos consistentes con tu música, tenés que tocar en vivo y/o vender mucho merchandising, pero sin duda, vender tu música en internet puede sumar. Además te puede abrir la puerta a muchos mercados que ni conocías. En Estados Unidos, por ejemplo, el consumo de música latina en streaming creció un 20% entre 2015 y 2016 por lo que no sería descabellado hablar de un boom de la música latina tanto en el país del norte como en Europa y otros países de habla no hispana.

En este instructivo, te vamos a enseñar como subir tu música a una de estas plataformas en particular: Spotify.

Spotify no permite subir la música a su base de datos directamente como sí lo hacen Soundcloud o Youtube. Para esto, la empresa originada en Suecia ha decidido delegar el proceso de subida a otras empresas llamadas “agregadores de música” (o simplemente distribuidores digitales) quienes tienen la autorización para tratar directamente con los artistas y hacer de intermediarios con Spotify.

El trabajo de los agregadores de música es importante para Spotify porque se dedican a cumplir con los requisitos para subir las canciones en el formato correcto y verificar la propiedad intelectual de tus obras. Spotify quiere que las canciones sean originales y la calidad de audio mínima debe ser un mp3 de 320 kbps.
Entre los beneficios que nos ofrecen estas empresas está la posibilidad de subir nuestra música no sólo a Spotify, sino a muchas otras plataformas digitales como iTunes, Deezer y más. También te brindarán información estadística de todas las cuentas que tengas en diferentes plataformas, y así, podrás monitorear permanentemente qué tan bien le está yendo a tu contenido. Lo que es realmente útil al utilizar un agregador es que podés ver todos los pagos en un mismo perfil y llevar un control absoluto de todas tus ganancias en la red.

Lo que a vos te va a importar es encontrar el agregador que sea más conveniente para tu estrategia de marketing. Por ejemplo, algunos tardan sólo unos días para subir las canciones pero son más caros que otros que tardan semanas. Por eso, te recomendamos que planees todo este proceso un buen tiempo antes de lanzar un disco o cualquier otro evento importante para tu proyecto.
Otra cosa que los agregadores te van a pedir es el código UPC/EAN y también el ISRC. Algunos agregadores te los proveen gratis y otros, cobran por ambos o por lo menos por uno de ellos. Son importantes para cualquier artista que quiera lucrar con su obra pero...qué son?

UPC/EAN (universal product code/european article number) es un código numérico de 12 dígitos codificados en barras, es decir, el típico código de barras que se encuentra en casi todos los productos a la venta.

ISRC (international standard recording code): este código numérico se aplica a cada obra grabada que sea puesta a la venta, es como el nombre de la obra. En cada país existe un ente que tiene la autoridad para emitir estos códigos, en el caso de Argentina, es CAPIF (https://www.capif.org.ar/isrc/). Lo ideal sería disponer de estos códigos antes de la etapa de masterización de tu disco ya que el ingeniero podrá incluirlos en cada track.

Al ser un proceso relativamente nuevo, todas las empresas que se dedican a colocar tu música en Spotify tienen un buen servicio de atención al cliente y estarán dispuestos a evacuar tus dudas. Acá hay una lista de los agregadores más conocidos (algunas plataformas están en inglés):

Limbomusic
La cúpula music
Lanzadera music
Reverb Nation
Creanauta
Zimbalan
Zymphonic distribution
Soundrop
La flota
Cdbaby
Tunecore
Routenote
Emubands
Record union
Spinnup
Awal

Cada una de estas empresas tiene modelos de negocio diferentes: algunas se quedan con un porcentaje de tus regalías, mientras que otras tienen precios fijos. Tendrás que dedicar un buen rato para analizar todas las opciones y así poder tomar una buena decisión.
Estos distribuidores digitales también ofrecen otros servicios como el de incluir a un artista en una lista de reproducción exitosa lo cual genera muchas más reproducciones de un tema en particular.

Subir un tema o un álbum a Spotify es algo que todas estas empresas pueden hacer, así que la elección no estará basada en la calidad de la subida sino en los siguientes factores:

El costo
Las formas de pago
La demora en la subida
El idioma
La cantidad de servicios extra que te ofrecen
La calidad del soporte
La atención al cliente


Cómo "pasar planilla" en SADAIC





La sociedad argentina de autores y compositores (SADAIC) es la entidad de gestión colectiva que se encarga de recaudar las ganancias generadas por la reproducción de música (ya sea en vivo o grabada) en Argentina. Tiene agentes en cada ciudad del país y este alcance le permite tener una fuente de ingresos sorprendente. Cada vez que una canción se reproduce en vivo, en un parlante o un televisor de un lugar público o privado, SADAIC está allí recaudando para los artistas. Sin dudas, es el aliado más fuerte que tienen los músicos independientes para poder vivir de su música. SADAIC en Argentina es una de las entidades de su tipo que más recauda a nivel regional. Entonces, como músicos, deberías saber aprovecharla.
Si bien las herramientas están a disposición de todos, es necesario ser metódicos y aprender a realizar los trámites con cierta regularidad. Te invitamos a continuar leyendo para aprender cómo podés sacar el máximo provecho de cada una de tus presentaciones.

Se llama popularmente "pasar planilla" al trámite mediante el cual el artista puede indicar a SADAIC cuál es su repertorio para que esta última pueda repartir las ganancias a quien corresponda. Si tocás temas propios en vivo, sin dudas tendrías que "pasar planilla" para comenzar a recibir lo que te corresponde.

Para empezar, es necesario registrar y declarar todo tu repertorio en el registro de la propiedad intelectual. Tenés que especificar quiénes son los autores y los compositores de cada canción. Si todavía no lo hiciste, te recomendamos leer este artículo primero: “Cómo registrar obras en SADAIC”.

Una vez hecho lo anterior, podés optar por dos caminos: indicar cuál es el repertorio fijo que se tocará en los siguientes cuatro meses o realizar un informe actualizando el repertorio para cada presentación en vivo.
Si se elige la primera opción, mediante una declaración jurada, uno puede indicar cuál es el repertorio que estará tocando (debe ser exacto y no variar en ningún show, por eso es en carácter de declaración jurada) en los siguientes cuatro meses. Esta declaración se debe ratificar o rectificar en abril, agosto y diciembre.
Para la segunda opción, uno debe presentarse con al menos 48 hs. de anticipación  en la sede de SADAIC más cercana al lugar del show (sedes a nivel nacional) y completar la “planilla de informe de actuación” en la cual se debe especificar quiénes son los autores y compositores de cada obra que se vaya a ejecutar. De esta forma, SADAIC estará al tanto de que se producirá el show y lo más probable es que envíe a un inspector para cobrar y corroborar que las normas se cumplan. SADAIC paga a los músicos tres veces por año el monto que acumularon entre esas fechas.

El dinero que el artista recibe, sale de lo que cada establecimiento paga a SADAIC mensualmente o de un porcentaje por cada entrada vendida (generalmente el 12%). Y como verás, esta suma de dinero no es nada despreciable. Por eso, si estás tocando temas propios, no deberías seguir esperando y tendrías que registrarlos y declararlos para poder cobrar lo que te corresponde por ley, si no lo hacés...no deberías quejarte cuando te cueste mucho pagar tus horas de ensayo o no puedas cambiar tu instrumento por falta de dinero.

Además de cobrar derechos de autor y/o compositor, si uno está inscripto como intérprete, puede percibir ingresos por esta actividad si se encarga de completar la “planilla de informe de actuación” y presentarla dentro de los 60 días posteriores al show. En este documento, uno debe indicar el nombre del establecimiento en donde se llevó a cabo el show, la dirección, la hora, etc. Por eso, es muy importante llevar una copia de esa planilla al show y completarla allí mismo para no olvidarte de ningún detalle.

En palabras de la propia SADAIC:

“Por medio de un Informe de Actuación presentado por el intérprete, Sadaic toma conocimiento de donde y cuando fue la actuación, y cual fue el repertorio utilizado.
Los requisitos para realizar el censo de intérprete son
- Certificado de domicilio extendido por una autoridad competente, o bien fotocopia de un servicio que se encuentre a su nombre y llegue a su domicilio.
- Fotocopia del DNI, para su validez se debe estar acompañado por el documento original.
- Contrato o certificado de actuación suscripto con un usuario con fecha reciente, o bien fotocopia de la lámina de una producción fonográfica.
- Presentación de la Declaración Jurada de obras, donde el Repertorio Fijo no debe superar las 15 obras. Se entiende por repertorio fijo aquellas obras que se ejecutan habitualmente en cada presentación.
Los interpretes que no declaren actuaciones en un período de 6 meses, serán dados de baja automáticamente.
Es obligación del intérprete mantener su Declaración Jurada de Repertorio actualizada.”



Actualizado en Agosto de 2018. Los detalles del trámite pueden cambiar con el tiempo según disponga SADAIC.


4 cosas que nunca deberías decir a tus compañeros de banda





Tocar en una banda, un dúo o una orquesta es una experiencia de vida. Uno está en estado de creatividad permanente y la colaboración dentro del equipo se vuelve fundamental. Los proyectos musicales generan relaciones interpersonales que requieren cuidado y mantenimiento. No todos somos iguales y es muy común entrar en conflicto con un compañero cuando las opiniones se encuentran.

Ya sea que toques con amigos para divertirte o para ganar dinero y progresar como músico profesional, es igualmente importante tener una buena relación con tus colegas. El respeto es fundamental y todos los involucrados en un proyecto deberían estar de acuerdo en una sola cosa: todos deben ganar, de lo contrario, no debería haber proyecto. Existen excepciones en donde una banda funciona como una empresa, con un líder y otros músicos contratados pero es material de análisis para otra ocasión, de todas formas, el respeto es siempre la piedra angular en cualquier proyecto.
Estas son las cosas que nunca deberías decir si querés conservar una reputación, amistades o relaciones con tus colegas músicos:


1. "Lo estás tocando mal"

Esta es la peor de todas. Nunca jamás digas esto a un compañero, no importa el tono, siempre va a sonar feo y agresivo. Seamos sinceros, ¿quién nunca tuvo ganas de gritarle eso en la cara a un compañero que no se sabía su parte? Uno practica hasta el cansancio pero tus colegas ni se molestaron en hacerlo. Es totalmente comprensible que uno se sienta frustrado por no poder hacer nada al respecto. Pero no desesperes, existen otras herramientas que te podrían ayudar a vos y a tu compañero a hacer las cosas bien. A eso, hay que sumarle la sensación de plenitud que se siente cuando uno hace las cosas proactivamente y para el beneficio de todos.
Podrias usar una critica constructiva como: "Tal vez soy solamente yo, pero ceo que esa parte era diferente antes, ¿la cambiaste? Yo la recuerdo como "X", si querés, puedo mostrarte como era antes."


2. "Mirá, te enseño..."

Nadie te lo pidió. En una banda, todos son colegas, nadie está ahí para ser maestro ni alumno de nadie. Si tanto te gusta tu estilo y creés que podés hacerlo sólo, lo mejor sería que te compres una loopera (que están tan de moda) y vayas grabando todos los instrumentos vos mismo.
Hay que aceptar que todos tenemos individualidades y formas diferentes de hacer las cosas. Y más aún si estamos creando arte! Acá lo importante es ser y dejar ser.
La cuestión colaborativa dentro de un proyecto musical es importantísima pero es justamente eso, colaboración, no se trata de impartir conocimientos desde un lugar de supuesta autoridad.



3. “Todos somos reemplazables, incluso vos”

Algunas veces, un miembro de la banda no se toma su trabajo en serio y hace cosas poco profesionales como llegar tarde a los ensayos, no repasar sus partes o tocar borracho. Es cierto, estas cosas pueden ser decisivas para echar a alguien del proyecto. Sin embargo, hay que tener cuidado con las palabras y tratar de no tomar decisiones de manera unilateral, es decir, nunca decidas quién debe quedarse y quién debe irse sin consultar con el resto de los integrantes porque sería muy contraproducente y podrían terminar echándote a vos.

Es verdad que cualquier otro bajista podría tocar esa línea de bajo, por ejemplo, pero en una banda la cuestión de la personalidad también tiene su peso. Entonces, la frase “todos somos reemplazables” no se aplica muy bien en el contexto de una banda.

La razón número uno por la cual se termina echando a un miembro de una banda es por la falta de compromiso (seguida de cerca por la falta de talento). Por lo tanto, si alguien no está alineado con la mayoría de la banda, entonces lo mejor para esa persona sería dar un paso al costado. De todas formas, antes de pedirle educadamente que se vaya, lo mejor sería charlar acerca de sus faltas y preguntarle si hay algo que lo esté haciendo equivocarse.



4. “No tuve tiempo de practicarlo en casa”

Los ensayos son algo fundamental, pero no sirven de nada si uno no practica por su cuenta antes de ensayar con el resto de los miembros. Por lo tanto, no practicar en casa, muchas veces, puede ser visto como una falta casi tan grave como no asistir a un ensayo. Tratá de no defraudar a tus colegas, nadie quiere generar reservas en la gente que uno conoce.
Siempre es mejor ser sincero y tratar de avisarle a todo el mundo, con anticipación, que no pudiste practicar y hasta conviene sugerir de pasar el ensayo para otro día. Ser honesto es importante.

Conclusión

En el ambiente de un proyecto musical siempre hay mucha pasión y las relaciones se ven influenciadas por ella. No dejes que tus impulsos te dominen y, ante la duda, siempre recordá que la mejor opción son las preguntas con respeto. Ante una situación irritante, una pregunta bien formulada puede ahorrarte una pelea y ayudarte a progresar en todo sentido. Te recomendamos paciencia, respeto y empatía, no necesitás nada más para tener buenas relaciones.