Desde tiempos inmemoriales, la gente con virtud para la música ha encontrado en este arte una forma de ganarse la vida. Antiguamente, los músicos ajustaban su repertorio a los requerimientos de la gente que podía darse el lujo de contratarlos (la iglesia, reyes, mecenas, etc.), entonces, tocar era siempre un trabajo por encargo y debían respetarse ciertos límites artísticos. Si bien la era de los mecenas promotores de la música en vivo está terminada, ahora es el público quien hace las veces de mecenas y paga por los servicios de un músico profesional. Este público es quien determina qué, cómo y cuándo se escucha música en vivo. Por lo tanto, es indispensable que, como músico profesional, te preguntes ¿cuál es tu público?, es decir, ¿para quién estás tocando?
A lo largo de los años, el acceso a
la cultura se ha hecho mucho más fácil y la gente comenzó a decidir por sí
misma qué tipo de música quería escuchar. Como consecuencia, han surgido
centenares de estilos musicales diferentes (por ejemplo, este mapa interactivo
muestra cómo se expandió el género Metal desde su creación: https://goo.gl/SAv2cV). Hoy en día, el público (o los
públicos) tienen el poder de decidir qué es lo que se escucha. Toda esa masa de
gente se encarga de dirigir el rumbo de la industria musical moderna, le pese a
quien le pese.
Para saber cómo y cuánto cobrar, hay
una serie de cuestiones que tenés que definir primero:
1. Elegí un proyecto
Si estás con ganas de crear un
producto nuevo o si ya formas parte de un proyecto musical pero no estás seguro
de si es lo mejor para vos, te recomendamos que pienses en todas las
alternativas.
Podés lanzarte como solista, formar
un dúo, crear una banda, una orquesta completa, ser Dj o pasar música (algo que se
conoce como “Selector” más información en "Diferencias entre Dj y selector musical"). Todo depende de tus habilidades con tu
instrumento y tu capacidad para formar parte de un equipo y, tal vez,
liderarlo. Depende de vos.
2. Decidí en qué lugar estás
Para encontrar la respuesta, no te
estamos pidiendo que seas sincero con vos mismo, hay algo más importante: que conozcas muy bien a tu público. Ya lo dice la frase “todo artista se debe a su
público”. El público es todo. En este punto, uno, como músico, debe preguntarse
para quién está tocando ¿Es para vos mismo? ¡Genial! No hay nada de malo en
eso, lo único malo es que no te hayas hecho esta pregunta.
La música es una forma de expresión,
tiene un emisor y un receptor. Una de las primeras cosas que tenés que hacer
luego de saber qué es lo que te gusta tocar, es encontrar quién será tu
receptor, es decir, aquel grupo de personas que esté dispuesto a pagar para escuchcarte ¿Vas a tocar música de moda en boliches? ¿Vas a tocar en casamientos y
cumpleaños? ¿Vas a tocar en un teatro lleno de devotos por la música clásica?
¿Música folclórica? Como dijimos antes, existen
diferentes públicos para diferentes géneros musicales. Tenés que encontrar tu
público y darle lo mejor que tengas.
3. Conocé tu industria
Todo músico profesional debe entender
los roles de cada integrante de la industria musical. Existen tareas que son
específicas de cada uno. Un mozo en un restaurante no es quien prepara la
comida, así como un amigo que nos hace la gamba no es un asistente de
escenario.
En un ambiente ideal, los músicos
independientes deberían limitarse a ensayar su obra y dar un show excelente.
Sin embargo, todos sabemos la cantidad de trabajo que conlleva dedicarse a un
proyecto: desde lidiar con el problema de conseguir colegas para un proyecto
serio hasta hacer publicidad en las redes sociales. Pero esto no significa que
un músico independiente no pueda delegar algunas de sus funciones. Existen
trabajos que ayudan a liberar la presión y que, sumados a los esfuerzos del
músico, pueden sacar adelante una banda y estos, generalmente se pagan:
Músico de sesión
Productor musical
Manager/Representante
Comunity manager
Fotógrafo
Vestuarista
Maquillador
Encargado de ventas (entradas,
merchandising, etc.)
Asistente de escenario
Sonidista
Iluminador/VJ
Y la lista podría ser más grande.
Como se ve, un proyecto serio puede transformarse en una Pyme. Por eso, es
importante que tengas en cuenta que existen otros actores que pueden ayudarte a
profesionalizar tu trabajo si es justamente eso lo que estás buscando.
4. Definí tu alcance
Ya definiste tu proyecto y sabés para
quién vas a tocar. Ahora pregúntate en dónde vas a llevar a cabo tus shows
¿Cuál es el lugar más adecuado para un show de tu estilo? ¿Un teatro? ¿Un
auditorio? ¿Un bar?, etc. Es importante saber cuáles son los requerimientos
técnicos de tus presentaciones en vivo. Tal vez necesites un proyector,
camarines amplios o lugar para un coro de músicos invitados y no todos los
lugares son iguales o cuentan con las características que necesitás. Por eso,
es importante que definas que tan demandante será tu espectáculo.
En este sentido, también sirve
preguntarse cada cuánto tiempo harás shows porque el público tal vez vaya a
verte todas las semanas a un bar, pero si tiene que pagar una entrada
considerable para ir a un teatro cada 7 días, tal vez no logres tu objetivo en
cuanto a cantidad de público.
¿Tenés pensado salir de gira? ¿Cuál
sería el costo de hacerlo? Soñar no cuesta nada, pensá a donde querés llegar,
cuál es tu objetivo más ambicioso y cómo podés hacer para alcanzarlo. Sin duda
vas a necesitar pasión, tiempo, dedicación y perseverancia.
5. ¿Qué vas a cobrar?
Acá estamos hablando de la
procedencia de tus ingresos. Las alternativas, por separado, son las
siguientes, pero podés combinarlas como quieras o sumarlas todas:
Precio fijo por show o conjunto de
shows (a dividir entre todos los músicos).
Precio individual para cada músico
por show o conjunto de shows. El SADEM (sindicato argentino de músicos), aporta
una gran luz sobre este tema.
Un porcentaje o la totalidad de la
venta de entradas. Hay que tener en cuenta que SADAIC se queda con un 12% del
valor de cada entrada vendida. Por eso es indispensable asociarse a SADAIC y
“pasar planilla”, para que ese dinero vuelva a los bolsillos del músico!
Regalías de SADAIC.
Regalías de AADI.
Venta de merchandising y álbum en
formato físico.
Ventas online.
6. ¿Cuánto querés cobrar?
Partiendo de la base de que te tomás la música como una
fuente real de trabajo y asumiendo que tu proyecto va a cobrar un precio fijo
por show, sería bueno determinar quién va a pagar el monto que pidas ¿Vas a
necesitar también una tajada de la venta de entradas? Todo eso hace a la hora
de poder colocar un monto acorde.
Necesitás saber cuáles son tus gastos con la mayor precisión
posible. A veces uno los subestima, pero pueden llegar a ser gastos
importantes. Por citar un ejemplo, ir en auto al lugar del show, parecería no
ser mucho más caro que unos cuántos pesos de nafta, pero uno no debe olvidarse
del costo de estacionamiento! Como este ejemplo, hay muchos otros similares.
Tené en cuenta si vas a tocar en un evento público o privado, si la entrada
es gratuita o no, si tenés que encargarte de la publicidad y lo que te cuesta
el traslado, el tiempo empleado y la comida. También querrás tener diferentes
precios para diferentes tipos de presentaciones: no es lo mismo tocar con toda
la banda en un estadio que un acústico en un bar.
Otra cosa que podés hacer además de basar tu precio en los
gastos, es saber qué están cobrando tus colegas por un show similar al tuyo.
Eso también te ayudará a saber dónde estás parado con respecto a la ley de la
oferta y la demanda.
Para más información sobre este tema podés leer el siguiente artículo: "Cuánto cobrar por tocar"
Como último consejo, valorá tu trabajo.
Para más información sobre este tema podés leer el siguiente artículo: "Cuánto cobrar por tocar"
Como último consejo, valorá tu trabajo.
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